Último adiós al Papa Francisco: las grandes personalidades que acompañaron su despedida
El sábado 26 de abril de 2025, el mundo se detuvo para rendir homenaje al Papa Francisco, el pontífice argentino que marcó una era de apertura, inclusión y diálogo interreligioso. Bajo un cielo sereno, la Plaza de San Pedro fue testigo de un momento histórico que reunió a jefes de Estado, miembros de casas reales, líderes religiosos y figuras públicas de todo el planeta.
Una multitud de líderes para despedir a un líder mundial

Desde tempranas horas de la mañana, delegaciones oficiales comenzaron a ocupar sus lugares frente a la majestuosa Basílica de San Pedro. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas; y Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, fueron algunos de los primeros en ser vistos entre la multitud.

España tuvo una representación destacada con los reyes Felipe VI y Letizia, acompañados de las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, así como del ministro Félix Bolaños y el líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo. Un gesto de unidad nacional en un momento de duelo global.

América Latina, profundamente ligada a Francisco por su origen argentino, también dijo presente. Desde Buenos Aires, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, junto al canciller Guillermo Francos, encabezaron la comitiva argentina. Colombia, por su parte, estuvo representada por la canciller Laura Sarabia y la primera dama Verónica Alcocer, quienes destacaron la «enorme influencia del Papa en los procesos de paz y reconciliación en el continente».
Realeza reunida en torno a un Papa cercano

La realeza europea, tradicionalmente cercana al Vaticano, acudió en pleno. Los reyes de Bélgica y España, la reina Margarita II de Dinamarca, el príncipe Alberto de Mónaco y el príncipe heredero de Noruega rindieron homenaje a un pontífice que supo acercar la fe a nuevas generaciones. El príncipe de Gales, representando a la Casa Real británica, también se hizo presente, en un gesto que resaltó el respeto ecuménico cultivado por Francisco a lo largo de su pontificado.
Además, miembros de casas reales no reinantes como los duques de Aosta y el príncipe de Venecia se sumaron a la ceremonia, recordando los lazos históricos entre la Iglesia y la aristocracia europea.
Voces de todas las fes

El espíritu ecuménico de Francisco se reflejó en la diversidad religiosa de los asistentes. Bartolomé I, patriarca de Constantinopla, compartió oraciones con líderes de las iglesias anglicana, luterana y ortodoxa oriental. También se hicieron presentes representantes del islam, el judaísmo y otras tradiciones religiosas, reafirmando el legado de un papa que siempre buscó tender puentes.
Mensajes desde el mundo de la cultura y el arte

Aunque no todos pudieron asistir en persona, figuras del mundo artístico expresaron su pesar por la partida de Francisco. Gloria Estefan destacó en redes sociales su «humildad luminosa», Andrea Bocelli lo describió como un «campeón supremo de la paz» y el cantante colombiano J Balvin compartió un emotivo mensaje de gratitud.
Controversias entre homenajes

No todo fue solemnidad. La presencia de líderes como Donald Trump, Javier Milei y una delegación del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro desató críticas y provocó manifestaciones artísticas como un mural en Roma donde el papa, caricaturizado, preguntaba: “¿Y a estos quién los ha invitado?”. Además, las actitudes poco protocolares de Trump durante la ceremonia —como su negativa inicial a participar en el saludo de la paz— no pasaron desapercibidas, generando comentarios en medios y redes.
Un legado eterno

El funeral del Papa Francisco no fue simplemente un acto religioso; fue una declaración global de respeto hacia un hombre que, con gestos de sencillez y palabras de profunda humanidad, transformó la forma en que el mundo ve al Vaticano. Su legado de misericordia, justicia social y diálogo interreligioso quedará como un faro para las generaciones venideras.
Cabe resaltar que la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, representó a Centroamérica en este momento histórico, reafirmando los lazos de su país con la Santa Sede.
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