Dempsey Omar Cook es dedicado con amor al Señor
Hay fechas que se marcan con tinta indeleble en el corazón, y esta es sin duda una de ellas. En una emotiva ceremonia realizada en el Family Worship Center, iglesia Pentecostal en French Harbour, el pequeño Dempsey Omar Cook fue dedicado al Señor rodeado del amor de su familia, en un día que celebró también los 35 años de matrimonio de sus abuelos maternos.

Para Shamantha McNab, madre de Dempsey mencionó que elegir esta fecha fue una decisión profundamente simbólica.

“¿Qué mejor día para presentar a nuestro hijo ante Dios que el aniversario de las dos personas que me enseñaron el verdadero valor del amor y la fe?”, expresó con emoción Shamantha.
Día de fe y amor

La iglesia, que la vio crecer en la fe, fue el escenario perfecto para este acto de amor. Allí, rodeada de su comunidad y sosteniendo a su hijo en brazos, Shamantha revivió sus raíces espirituales en un momento que fue tan íntimo como trascendental.

Pero si hay una figura que brilla en este relato tanto como el pequeño Dempsey, es su abuela materna Sonia McNab, quien no solo celebraba más de tres décadas de amor con su esposo, sino que también puso manos y corazón en cada detalle de la recepción. En la casa de los abuelos —ese lugar cálido que ha sido testigo de tantas historias familiares— se compartió una comida tradicional preparada con el cariño inconfundible de una madre: nacatamales, carne y cerdo horneado, pollo al horno, arroz con vegetales, plátano maduro horneado y pan de coco, todo preparado por ella misma. Como broche de oro, la suegra de Shamantha deleitó a los presentes con su reconocido pastel de yuca y de ayote.
Detalles que remarcan la paz familiar

La decoración del evento fue otro testimonio del amor que envuelve a esta familia. Con la pasión que la caracteriza como profesional en eventos, Shamantha diseñó junto a sus hermanas, amigas y su esposo un ambiente lleno de flores naturales, tonos celestes y detalles que reflejaban ternura, fe y belleza.

Este día fue mucho más que una celebración. Fue una herencia viva. Un puente entre generaciones, un tributo al amor que perdura y la fe que guía. Para Dempsey Omar, crecer rodeado de estos valores será su mayor tesoro. Y para su abuela, ver ese legado florecer en su nieto es sin duda la mayor bendición.
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