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Cultura

Britanny Bennett: Preservando la cultura isleña a través del arte

En el corazón de Roatán, donde el mar acaricia la costa y la historia se entrelaza con cada rincón, florece el talento de Britanny Bennett, una artista isleña que ha convertido la pintura en un puente entre el pasado y el presente de su comunidad.

Perfeccionando su talento oculto

“Desde niña me considero una persona creativa, siempre fui fanática del arte”, confiesa Britanny. Sin embargo, no fue sino hasta 2010 que decidió abrazar la pintura como una carrera profesional. Su historia comenzó en el INFOP, donde se formó en diseño de modas, una pasión que marcaría profundamente su estilo.

Su exposición de arte se desarrolló en el primer encuentro de patrimonio cultural inmaterial afrodescendiente en Honduras.

El giro en su vida artística llegó al asistir a una exposición donde conoció el trabajo de la también artista isleña Virginia Castillo, reconocida por integrar telas y materiales a sus obras. Esa experiencia encendió una chispa que daría vida a sus icónicas creaciones: “Caribbean Ladys”, mujeres con vestidos confeccionados en tela, inspiradas en historias y tradiciones antiguas de Roatán.

Tributo a la vestimenta y a la vida de antaño

Bennett no solo pinta figuras femeninas; pinta memoria. Sus obras evocan una época en la que las mujeres confeccionaban vestidos con telas que originalmente envolvían sacos de harina. En aquellos días, la vestimenta era formal, las calles eran de tierra, y la movilidad dependía de los propios pies o, con suerte, de un caballo.

“Quise enfocarme en preservar nuestra cultura porque he visto cómo se han ido perdiendo las costumbres propias”, explica. Así, cada trazo y cada tela en sus lienzos son un homenaje a la elegancia sencilla y la fortaleza de las mujeres isleñas del pasado.

El arte de dar una segunda vida

Entre sus obras, destaca una que retrata una práctica muy común en tiempos de necesidad: la reutilización de prendas viejas para confeccionar nuevas piezas o fusionarlas hasta formar sábanas. Esta labor, que involucraba a adultos y niños, era un acto de ingenio, trabajo en equipo y resiliencia.

Para Britanny, el diseño de modas no quedó en el papel; vive en sus cuadros. Cada obra es un vestido hecho de recuerdos, una cápsula del tiempo que invita a las nuevas generaciones a recordar de dónde vienen.

En un mundo que avanza a toda velocidad, el arte de Britanny Bennett nos recuerda que, para saber hacia dónde vamos, nunca debemos olvidar nuestras raíces.

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