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Moda

Anna Wintour deja la dirección de Vogue EE.UU. tras 37 años

El mundo de la moda dice adiós a una de sus figuras más influyentes en el ámbito editorial. Anna Wintour, símbolo de autoridad, elegancia y revolución estética, ha anunciado su salida como directora de la edición estadounidense de Vogue, cargo que ocupó desde 1988. Su retiro marca el final de una era que transformó la forma de entender y consumir la moda en todo el mundo.

Con su característica melena bob y sus inseparables gafas oscuras, Wintour no solo dirigió una revista: construyó un imperio cultural. Durante 37 años, convirtió la edición estadounidense de Vogue en la biblia global de la moda, con portadas que desafiaron convenciones, elecciones audaces de protagonistas y una narrativa editorial que oscilaba entre lo glamuroso y lo político, lo comercial y lo vanguardista.

Aunque deja la dirección de la revista, la influyente editora no se aleja completamente de la industria. Wintour continuará como directora global de contenidos de Condé Nast y directora editorial global de Vogue (con excepción de The New Yorker), desde donde seguirá trazando la línea editorial de una de las editoras más poderosas del planeta.

Un legado transformador

Desde su primera portada en noviembre de 1988 —con Michaela Bercu luciendo unos jeans en lugar de alta costura—, Wintour dejó claro que había llegado a romper moldes. Convirtió a celebridades en íconos de moda y llevó a figuras como Madonna, Kim Kardashian y Kanye West a portadas que antes estaban reservadas solo para supermodelos. Bajo su mando, la revista abrazó los cambios culturales de cada década y los reflejó con audacia, convirtiéndose en un espejo de su tiempo.

Fue también la primera en incluir a un hombre en portada en 1992 (Richard Gere junto a Cindy Crawford), y más tarde, a artistas como Harry Styles en solitario. Rompió barreras, incomodó a los puristas, pero redefinió lo que significaba ser relevante en moda.

Más que una editora

Wintour no solo lideró Vogue, también se convirtió en una de las grandes figuras del poder cultural global. Su papel como organizadora de la Met Gala desde 1995 la consolidó como curadora estética y social de uno de los eventos más influyentes del calendario anual. Bajo su batuta, la gala dejó de ser una simple recaudación benéfica para convertirse en una noche donde el arte, la moda y la cultura pop se funden en una pasarela sin precedentes.

El futuro tras la sombra de una leyenda

Ahora que Vogue EE. UU. comienza la búsqueda de un nuevo liderazgo editorial, la industria se pregunta qué dirección tomará la revista sin su emblemática guía. En sus propias palabras, Anna Wintour señala que es momento de dar paso a una nueva generación de editores “apasionados y con una visión emocionante de lo que puede ser una gran empresa de medios”.

Este cambio, aunque inevitable, no será fácil. Pocos personajes han dejado una huella tan profunda en la historia de la moda contemporánea. Pero, como toda gran editora, Wintour sabe cuándo cambiar de página. Y lo ha hecho, como siempre, con estilo.

En Caribella celebramos su legado, su visión y su capacidad inquebrantable de influir en la cultura con una mirada que fue —y sigue siendo— tan aguda como sus editoriales. Porque Anna Wintour no se retira: simplemente cambia de escenario.

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