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Moda

La historia del “ugly sweater”: del mal gusto al ícono navideño

Lo has visto, probablemente lo has usado y, muy posiblemente, has posado con uno para una foto en diciembre. El suéter navideño “feo”, conocido en inglés como ugly Christmas sweater, se ha convertido en una de las tradiciones más reconocibles —y divertidas— de la temporada festiva. Sin embargo, su ascenso al estatus de ícono cultural fue gradual y lleno de giros inesperados.

Los primeros pasos: los años 50 y la televisión

Los suéteres con motivos navideños comenzaron a aparecer en la década de 1950, en paralelo con la creciente comercialización de la festividad. Conocidos entonces como Jingle Bell Sweaters, presentaban diseños mucho más discretos que los actuales. Aunque no fueron un fenómeno de masas, algunas figuras de la televisión, como Val Doonican y Andy Williams, ayudaron a introducirlos en el imaginario colectivo al lucirlos en programas populares.

Auge ochentero y la influencia del cine

Val Doonican actuando con un suéter festivo en un episodio de su serie de ABC «The Val Doonican Show» en 1971.  Walt Disney Television/Getty Images.

No fue sino hasta los años 80 cuando el suéter navideño encontró su lugar definitivo. Las comedias familiares y la cultura pop lo transformaron en un símbolo entrañable de la Navidad. Personajes como Clark Griswold, interpretado por Chevy Chase en National Lampoon’s Christmas Vacation, consolidaron la idea de que estas prendas, aunque poco favorecedoras, irradiaban espíritu festivo y cercanía familiar.

Declive en los 90: del protagonismo al olvido

Como toda tendencia, el suéter navideño también vivió su caída. Durante la década de 1990 pasó a considerarse anticuado y fuera de moda, asociado más con regalos incómodos o con generaciones mayores. Para finales del milenio, parecía una prenda destinada a desaparecer.

El renacimiento del nuevo milenio

El punto de inflexión llegó en 2001 con Bridget Jones’s Diary. La imagen de Mark Darcy, interpretado por Colin Firth, usando un suéter con un enorme reno, generó vergüenza ajena y simpatía a partes iguales. Esa combinación resultó clave para resignificar la prenda desde la ironía y el humor.

Fiestas temáticas y la nueva tradición

A partir de 2002, comenzaron a popularizarse las fiestas de ugly sweaters, donde el objetivo era lucir el diseño más exagerado posible. Lo que antes era motivo de burla se convirtió en una celebración colectiva del mal gusto bien intencionado. Así, el suéter navideño pasó de ser un error de vestuario a una tradición festiva.

De las tiendas vintage a la alta costura

Un look festivo de la colección Otoño-Invierno 2008 de Stella McCartney. Chris Moore/Catwalking/Getty Images.

Con el resurgimiento, marcas comerciales y casas de moda adoptaron la tendencia. Desde tiendas vintage hasta firmas de lujo como Stella McCartney, Givenchy y Dolce & Gabbana, el ugly sweater encontró espacio incluso en las pasarelas, demostrando que el espíritu navideño también podía ser reinterpretado desde la moda.

Impacto social y cultural

Iniciativas como el Christmas Jumper Day, lanzado en 2012 en el Reino Unido con fines benéficos, consolidaron el valor social del suéter navideño. A esto se sumó el impulso de las redes sociales, que lo transformaron en un elemento imprescindible de la temporada.

Un símbolo de diversión y cercanía

Hoy, el ugly sweater es más que una prenda: es una forma de alivianar el estrés propio de las fiestas y de compartir momentos de risa y complicidad. Democrático, accesible y deliberadamente exagerado, se ha ganado su lugar como uno de los símbolos más queridos —y menos serios— de la Navidad.

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