El inicio de la Navidad se sintió con intensidad en la capital hondureña con la inauguración de la Gran Villa Navideña de las Fuerzas Armadas de Honduras, un espacio creado para celebrar la temporada con actividades llenas de color, alegría y valores que fortalecen la unión familiar. Bajo un ambiente festivo y luces que iluminaron cada rincón del Campo de Parada Marte, grandes y pequeños disfrutaron de una noche que evocó el espíritu más auténtico de estas fiestas.
El evento contó con la presencia del Subsecretario de la Secretaría de Defensa Nacional, Lic. Orlando Garner; el Jefe del Estado Mayor Conjunto, General de División Roosevelt Hernández; miembros de la Junta de Comandantes y la Asociación de Esposas de Oficiales de las Fuerzas Armadas, quienes destacaron la importancia de generar espacios de convivencia que acerquen a las familias hondureñas en estas fechas especiales.
Una puesta en escena que conmovió al público
Entre villancicos, actividades interactivas y luces que adornaron el recinto, la noche regaló uno de sus momentos más emotivos: una dramatización bíblica que representó el nacimiento del Niño Jesús. En la puesta en escena, varias personas interpretaron a personajes tradicionales del pasaje de Belén, con vestuarios alusivos a la época. Una mujer con un atuendo blanco cargó al bebé en brazos simbolizando a María, mientras otros personajes con mantos y túnicas acompañaron la escena en alusión al pesebre.
Tradición, unión y valores para la comunidad
Las familias recorrieron la villa con entusiasmo, capturando fotografías, compartiendo risas y disfrutando de la organización pensada especialmente para promover valores como la solidaridad, la fe y la unión. Para las Fuerzas Armadas, este evento reafirma su compromiso con la población, no solo en materia de seguridad, sino también en la construcción de espacios que fortalezcan el tejido social.
“Extendemos una cordial invitación a todo el pueblo hondureño para que disfruten en familia de este espacio lleno de alegría y amor”, expresó el General de División Roosevelt Hernández durante la inauguración.
La Gran Villa Navideña se consolida como una tradición esperada en la capital, un punto de encuentro donde la navidad se vive con luz propia y donde cada visitante encuentra un instante para recordar que la verdadera esencia de estas fiestas se celebra en comunidad.
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