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Así se vivió las audiencias reales de los Premios Princesa de Asturias

Oviedo amanece vestida de gala para celebrar una nueva edición de los Premios Princesa de Asturias 2025, uno de los encuentros culturales y humanísticos más emblemáticos del año. Horas antes de que el Teatro Campoamor abra sus puertas para la ceremonia oficial, el Hotel de la Reconquista —convertido en epicentro del protocolo y la elegancia— ha sido el escenario de las tradicionales audiencias reales. Allí, el rey Felipe VI, la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía recibieron a los galardonados, jurados y patronos de la Fundación Princesa de Asturias, en una mañana cargada de gestos, simbolismo y emoción.

Una jornada de fuerza, arte y cercanía

Entre los protagonistas de la jornada, el magnetismo de Serena Williams acaparó todas las miradas. Vestida de blanco impoluto, la leyenda del tenis deslumbró no solo por su porte imponente, sino por esa energía serena que la caracteriza. Con 73 títulos individuales y una carrera que redefinió la historia del deporte femenino, Williams fue recibida con admiración y respeto, demostrando una vez más que su grandeza va mucho más allá de las canchas.

En contraste con la potencia de Serena, la ternura y sencillez de Graciela Iturbide, fotógrafa mexicana galardonada en la categoría de Artes, llenaron el ambiente de una calidez especial. A sus 83 años, Iturbide protagonizó uno de los momentos más emotivos de la mañana al colocar su insignia frente a la princesa Leonor, quien respondió con una sonrisa tímida pero llena de gratitud. El gesto conmovió incluso al rey Felipe VI, que llevó su mano al corazón en señal de respeto.

La princesa Leonor, una anfitriona madura y segura

Este año, la edición de los premios tiene un significado especial: la princesa Leonor celebra una década como presidenta de honor de la Fundación Princesa de Asturias. A punto de cumplir 20 años, su papel ha adquirido una madurez que no pasa desapercibida. Vestida con sobriedad y elegancia, la heredera del trono español recibió a los premiados con serenidad y naturalidad, reflejando su crecimiento personal y su compromiso con el legado institucional que representa.

A su lado, la infanta Sofía, que atraviesa su primer año universitario en Lisboa, aportó frescura y cercanía. Las miradas cómplices entre ambas hermanas fueron una constante, demostrando una complicidad genuina pese a la distancia que las separa en sus rutinas diarias.

Encuentros, ausencias y momentos memorables

Entre los galardonados de este año destacan figuras como Byung-Chul Han (Comunicación y Humanidades), Eduardo Mendoza (Letras), Douglas Massey (Ciencias Sociales), Graciela Iturbide (Artes), Serena Williams (Deportes), Mario Draghi (Cooperación Internacional) y el Museo Nacional de Antropología de México, representado por su director Antonio Saborit (Concordia).

La ausencia de Mary-Claire King, premiada en Investigación Científica y Técnica, fue una de las pocas notas disonantes de la jornada. La genetista estadounidense no pudo asistir por motivos de salud, reservando sus fuerzas para la ceremonia de la noche.

Por su parte, la reina Sofía no faltó a su cita con Asturias. Su llegada fue anunciada por las tradicionales gaitas que resonaron a la entrada del hotel, sumando un toque de emoción al ambiente. Fiel a su discreción, la madre de Felipe VI se unió con naturalidad a las actividades de la mañana y compartirá posteriormente el tradicional almuerzo con los premiados.

Oviedo, entre la historia y la emoción

Como cada año, el Hotel de la Reconquista —antiguo hospicio del siglo XVIII reconvertido en emblema del Principado— se convierte en el corazón de los Premios Princesa de Asturias. Entre su arquitectura barroca y los ecos de siglos pasados, los reyes y sus hijas recibieron también a los mejores estudiantes de la Universidad de Oviedo y a los distinguidos con las Medallas de Asturias 2025, en un reconocimiento al mérito académico, el servicio público y la promoción de la cultura sidrera.

Así, entre el magnetismo de Serena Williams, la sensibilidad de Graciela Iturbide y la serenidad de la princesa Leonor, Oviedo vuelve a convertirse en el epicentro de la excelencia, el arte y la concordia. Los Premios Princesa de Asturias 2025 no solo celebran el talento, sino también la unión de culturas, generaciones y valores que inspiran al mundo desde el corazón de Asturias.

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