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Moda

Ariel López y el reto de modelar en Honduras

En una industria dominada mayoritariamente por rostros femeninos, Ariel López ha logrado abrirse paso con disciplina, carisma y una visión clara: demostrar que el modelaje masculino en Honduras también tiene rostro, estilo y potencial.

A sus 29 años, siendo Licenciado en Psicología por la UNAH, especializado en el área clínica, ha sabido equilibrar su vocación profesional con una carrera emergente en el mundo de la moda.

Trayectoria ascendente

Ariel inició su recorrido en el modelaje en 2023 con Auge Boga, una de las plataformas más inclusivas del país para talentos nuevos. “Ahí aprendí desde cero”, cuenta, y gracias a ese primer impulso, en apenas tres años ya suma unas 30 apariciones en pasarela y cuatro comerciales televisivos.

Aunque reconoce que el modelaje no es una fuente de ingresos sostenida para un hombre en Honduras, sí lo considera una excelente opción complementaria para estudiantes o jóvenes profesionales. “El rubro me ha tratado bien, pero no es sencillo entrar. La mayoría de las contrataciones siguen siendo para mujeres”, señala.

Desafíos y estigmas

Más allá de los flashes y las cámaras, Ariel ha tenido que enfrentar desafíos que trascienden lo técnico. Uno de los más recurrentes ha sido el estigma social. “Solo por ser varón y modelar, algunas personas asumieron que era homosexual. No lo soy, pero eso no me molesta. Tengo amigos que sí lo son y no pasa nada. Lo que no se vale es la insistencia o las dobles intenciones disfrazadas de oportunidades”, explica con madurez.

Este tipo de vivencias lo han reafirmado en su deseo de seguir creciendo, tanto en la moda como en su formación profesional. Su próximo objetivo es una maestría en Psicología Industrial y Organizacional, un campo que le apasiona por su amplitud y aplicabilidad en recursos humanos.

Su estilo personal es una mezcla entre lo urbano y lo experimental. Habiendo trabajado en tiendas como Pull&Bear y participado en eventos como Estilo Moda, Fashion Week y Auge Boga, ha aprendido a apreciar el diseño de autor sin perder su autenticidad. “He usado piezas muy llamativas en desfiles, pero no todas son para el día a día. Hay que saber elegir lo que te identifica”.

Ariel no está solo en este camino. Comparte su vida con una modelo que ha sido su compañera y cómplice desde que se conocieron entre bastidores. “Ella me apoya mucho y entiende perfectamente este mundo”, dice con una sonrisa.

Entre sus gustos sencillos está el amor por las baleadas, y en la cocina internacional, la pasta con camarones. En resumen, Ariel López representa a una nueva generación de talentos hondureños que combinan pasión, preparación y autenticidad. Su consejo para quienes sueñan con subirse a una pasarela es claro: “Atrévanse. Uno aprende con la experiencia, se pierde el miedo y se gana mucho más que fotos bonitas: confianza, disciplina y visión”.

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